Ha llegado el momento ideal para cocinar una receta que me han dicho que se solía hacer en este tiempo para poder llevar de vianda cuando se cortaba y recogía la hierba.
Ahora están las hojas de parra en su momento perfecto pues conviene que sean tiernas, de las que todavía no están verde oscuro, para poder comerlas.
Se ponen en el fondo de una cazuela de barro las hojas de parra de tal modo que lo cubran por entero y suban para cubrir tambien las paredes. Sobre ellas se pone una capa de cebolla en rodajas y después otra de sardinas ya limpias y saladas y otra de hojas de parra, esto se puede repetir varias veces o no según convenga pero siempre ha de ir cubierto al final con hojas de parra. Por fín se echa por encima de todo un chorrito de aceite de oliva, se tapa bien y se pone a fuego lento. Estará hecho cuando se vean las hojas con un color marrón clarito, tardan poco.
Se pueden comer frias o calientes y están deliciosas, ya me lo direis.
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