
Ya hace tiempo que no se consume el cenizo, de nombre científico Chenopodium Album, sino sus sucesores la espinaca (obsérvese como la forma de las hojas de uno y otra se parecen mucho) y la acelga.
Pero, como decía mi amiga, si al escardar la huerta además te llevas a casa algo para poner en la cazuela te sientes mucho mejor. Se utiliza solo la parte superior, más tierna, y antes de que haya florecido (desde luego que para hacer un plato solo de ello hay que tener mucha huerta para escardar).
Y además podremos disfrutar de un sabor diferente y delicioso, a mi parecer. Yo lo añado a sopas, tortillas y potajes pero como más me gusta es en la salsa que hago cuando mi marido cocina empanadas de verduras o para pescado en salsa "verde".
La receta es bien simple: Se pocha cebolla picada en aceite de oliva, se añade un poco de harina y cuando esta se ha tostado algo se añade el cenizo (previamente cocido con muy poca agua) y un vasito de leche de coco. Con un hervor de 3 minutos aproximadamente ya la tenemos hecha y solo hay que triturarla con la batidora.