martes, 4 de septiembre de 2018

BOLOS EN PUENTEDEY (c.1950)

Los bolos, en tiempos pasados, era un negocio importante para los taberneros porque las apuestas de cuartillos de vino eran muy, muy frecuentes y, en aquellas ocasiones en que la bolera se subastaba, las tabernas solían pujar por quedarse con su explotación.
En algunos pueblos, a veces era el mismo tabernero quien tenía su propia bolera privada y aportaba las bolas para el juego de sus clientes. Este juegabolos en Puentedey, propiedad del recientemente cerrado bar de Victorino, es un claro ejemplo. En él, junto a la cureña, se ve al joven Ángel María Sainz con una bola en la mano, hacia 1950.
Un jugador de pasabolo tablón podrá pensar, al ver un solo tablón, que se trata de su juego pero la presencia del mico le confundirá. En realidad, corresponde al actual bolos tres tablones pero con una sola cureña como era habitual en numerosos pueblos. En boleras como esta podías jugar a lo que quisieses: a bolos con el mico, a pasabolo, a mico a calva,… pero siempre tirando desde el cas; es decir, con un solo paso y sin la carrera que habitualmente hacen en pasabolo tablón. Al que le tocaba plantar podía escoger entre un múltiple abanico de posibilidades, en las que el ingenio y el estudio del rival, eran puestos a prueba. Por eso, yo siempre insisto en que las partidas son lo más divertido de los bolos porque, en ellas, vuela libre la imaginación mientras que en los campeonatos se cortan las alas. En cualquier caso, ambos se complementan y aportan diversidad que es la verdadera riqueza del juego.
Dos datos interesantes de la foto: la cureña era muy estrecha y las bolas mucho más pequeñas que las actuales. https://goo.gl/qniqje
(Fuente gráfica: Ángel María Sainz García).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quisiera comprar una bola de bolos alavés para niño de 10 años
Gracias y espero respuesta