lunes, 16 de marzo de 2015

QUICO DE ROZAS EN LA RESIDENCIA

El abuelo Kiko añora su vida en Valdeporres
En la residencia de ancianos Elorduy, el abuelo Kiko, nos cuenta que ha sido muy feliz en Valdeporres.
Añorando su pueblo y sus años mozos,  Kiko hace un repaso a su infancia y su juventud muy vinculada a Valdeporres, en la provincia  de Burgos.
 ”Yo tenía una cabaña a 1700m. sobre el nivel del mar donde era muy feliz. Desde que amanecía hasta que oscurecía; el sol estaba a la puerta de la cabaña”.

Tenía unas cuantas  cabezas de ganao entre cabras,  ovejas y vacas y en el monte pasaba las temporadas. Allí hacía yo la vida.
Kiko en su juventud, trabajaba con el ganadoTrabajé en el campo como pastor desde que salí de la escuela con catorce años . “Yo en el monte era feliz”. Segaba la hierba con la guadaña; ordeñaba la leche y hacía mantequilla para venderla y de esta forma mi madre se arreglara y pudiera comprar el azúcar y las cosas necesarias para la casa, ya que no había muchas formas de conseguir dinero en aquella época.
Mi madre también tuvo que trabajar muchísimo y para podernos llevar con ella cuando éramos chicos, nos ponía en un cuévano que se echaba  a la espalda.
“En el monte solía cenar patatas con un torrezno y estaba siempre pendiente del acecho de los zorros que son unos animales muy astutos y hacían de las suyas… se comían los pollos de las gallinas”.
Los peligros en el monte eran constantes. Sobre todo había muchísimas culebras que aunque no eran venenosas tenían cierto peligro. Por otra parte los lobos estaban protegidos y atacaban a los rebaños para alimentarse. “Yo he tenido al lobo cara a cara a menos de cinco metros “.
En una ocasión mi tío me llevó a coger una yegua que no valía ni dos duros y en lugar de ir campo raso, bajamos al valle y nos perdimos en la maleza. Allí perdidos entre el ramaje y con metro y pico de nieve, estuvimos diez horas. Salimos de casa de noche y volvimos de noche, gracias a la claridad de la luna. Es difícil salir de tanta maleza y con los lobos al acecho.
En la escuela yo era muy aplicado y guardo muy buenos recuerdos de esa etapa.
Recuerdo que no cabíamos todos en la escuela, a pesar de ser un edificio grande. Éramos ciento y pico alumnos entre mayores y pequeños. Teníamos una profesora de Navarra para todos. Se llamaba Adora.  Cada uno estudiaba con su propia cartilla.
Ya casi no me acuerdo porque han pasado tantos años…
La campana de la Iglesia nos avisaba cuando había incendios.
La campana de la iglesia además de avisar a Misa servía para avisar a los vecinos de cualquier suceso. Recuerdo que cuando tenía seis años hubo dos grandes incendios en el pueblo y al sonido de la campana todos los vecinos salieron con baldes de agua para apagar el fuego que se había iniciado en una casa muy grande  a la que llamábamos “La Torre”, propiedad de un vecino que se había ido a hacer las américas y que trajo mucho dinero al pueblo.
En ese incendio murió  el padre de mi cuñado porque se había metido en el desván para refugiarse del fuego y murió asfixiado por el humo.
En el pueblo vivía el conde de la Revilla y pasaba el tren de la Robla.
El palacio del conde, la Iglesia y el cementerio estaban comunicados bajo tierra y se abastecía del agua que bajaba de la montaña a través de cañas enterradas.
Por el pueblo pasaba el tren de la Robla via estrecha y por Villarcayo pasaba el tren de la Renfe , Santander-Mediterráneo; hasta Ciudad Dosante donde se cruzaban los dos trenes. El Santander – Mediterraneo salía por la mañana y volvía a las diez de la noche. En Ciudad Dosante hacía trasbordo con la Robla.
trabajando túnel de La EngañaYo también trabajé en el túnel de la Engaña que nunca se llegó a utilizar . Era un trabajo rudimentario, sacábamos los escombros a mano y los tirábamos al terraplén. Ahora es camino verde.
kiko haviendo el servicio militarHice el servicio militar en León en el año 48, concretamente en la Virgen del Camino en el cuerpo de aviación, haciendo aviones nuevos. Firmé por dos años pero me rebajaron a 18 meses.

Después bajé aquí a Vizcaya y nunca me faltó trabajo. Estuve  nueve años en Age (Azpilikueta García Lafuente y Entrena) Bodegas Unidas. Después en Zorroza en una fábrica de autobuses, la Setra Seida.

Me gustaba hacer bien mi trabajo.  Trabajaba aquí durante la semana y el sábado cogía el tren de la Robla que iba a León, y bajaba al pueblo. Me jubilé con 60 años y me fui al pueblo hasta que vine a la residencia de ancianos Elorduy.
También teníamos nuestras fiestas en Valdeporres
El 8 de septiembre se celebra la Virgen de la Rivera y para festejarlo se saca a la Virgen de la Iglesia y se lleva a la ermita donde permanece 2 o 3 días, no  recuerdo bien. Los vecinos de los pueblos de alrededor vienen para hacer la comida en la campa y siempre hay música.
En Navidad los mozos y mozas hacíamos dos cuadrillas y cantábamos por las casas del pueblo. Al día siguiente volvíamos y los vecinos nos daban chorizo y copita para beber. Con todo lo que recogíamos , hacíamos una merienda en una campa a 8 Km del pueblo, en Soncillo.
En Valdeporres teníamos unos inviernos muy fríos entre 8 y 10º bajo cero y nos calentábamos con cocina de leña todo el día y toda la noche pero esto no impedía que los jóvenes tuviésemos nuestra fiesta en el campo.

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